viernes, 9 de marzo de 2012

ARQUÍMEDES

              -La garra de Arquímedes, fue un arma de defensa de la antigüedad, diseñada por Arquímedes para defender la ciudad de Siracusa de los ataques navales. Aunque no está clara su forma exacta, los relatos de los historiadores antiguos parecen describirla como un tipo de grúa equipada con gancho de metal que era capaz de elevar a las naves atacantes por encima del agua, para luego dejarlas caer, causando el hundimiento del barco.
Estas máquinas se hicieron notablemente famosas durante la Segunda Guerra Púnica, cuando la República romana asedió la ciudad de Siracusa entre los años 213 y 211 a. C. Cuando la flota romana se acercaba a la ciudad aprovechando la oscuridad de la noche, las máquinas se desplegaban y provocaban el hundimiento de muchos barcos y la confusión en el ataque. A esta defensa se unían otras máquinas también diseñadas por Arquímedes como catapultas o unos espejos que concentraban los rayos solares y prendían fuego a los barcos.






                 -Hierón II, rey de Siracusa en el siglo III a.C. y pariente de Arquímedes, tenía suficiente confianza en él para plantearle problemas aparentemente imposibles. Cierto orfebre le había fabricado una corona de oro. El rey no estaba muy seguro de que el artesano hubiese obrado correctamente; podría haberse guardado parte del oro que le habían entregado y haberlo sustituido por plata o cobre. Así que Hierón encargó a Arquímedes averiguar si la corona era de oro puro .
Arquímedes no sabía qué hacer. El cobre y la plata eran más ligeros que el oro. Si el orfebre hubiese añadido cualquiera de estos metales a la corona, ocuparían un espacio mayor que el de un peso equivalente de oro. Conociendo el espacio ocupado por la corona (es decir, su volumen) podría contestar a Hierón, lo que no sabía era cómo averiguar el volumen de la corona.
Arquímedes siguió dando vueltas al problema en los baños públicos. De pronto se dio cuenta de que su cuerpo desplazaba agua fuera de la bañera. El volumen de agua desplazado tenía que ser igual al volumen de su cuerpo. Para averiguar el volumen de cualquier cosa bastaba con medir el volumen de agua que desplazaba.
Arquímedes llenó de agua un recipiente, metió la corona y midió el volumen de agua desplazada. Luego hizo lo propio con un peso igual de oro puro; el volumen desplazado era menor. El oro de la corona había sido mezclado con un metal más ligero, lo cual le daba un volumen mayor. El rey ordenó ejecutar al orfebre.
 A partir de este experimento pudo deducir el principio de Arquímedes, un principio físico que afirma que: «Un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en reposo, recibe un empuje de abajo hacia arriba igual al peso del volumen del fluido que desaloja». Esta fuerza recibe el nombre de empuje hidrostático, y se mide en newtons. El principio de Arquímedes se formula:
                                                            E = d x g x h x V

Donde E es el empuje , d es la densidad del fluido, V el volumen de fluido desplazad» por algún cuerpo sumergido parcial o totalmente en el mismo, g la aceleración de la gravedad yaltura de la columna de agua, de este modo, el empuje depende de la densidad del fluido, del volumen del cuerpo y de la gravedad existente en ese lugar.





               -El tornillo de Arquímedes se basa en las características geométricas del helicoide, que permite que la composición de fuerzas tangencial y normal en cada punto impidan que el agua u otra sustancia se mantengan en la altura menor como sería lógico en otro caso. El tornillo se coloca formando un ángulo y se le hace girar alrededor de su eje, de forma que el extremo inferior del tornillo describa una trayectoria circular en el plano perpendicular a dicho eje, y el extremo del helicoide entre y salga en cada vuelta, del agua o sustancia a elevar. Sirve para elevar, generalmente, fluidos.